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 El Forjista

 

Nisman. El fiscal, la presidenta y el espía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este documental dirigido por el inglés Justin Webster produjo bastante revuelo en el ambiente político del país a pesar que, es muy poco lo que tiene de novedad, al menos para aquellos que siguieron las documentadas investigaciones de los periodistas Raúl Kollman y Pablo Duggan, que no se les crea a dos prestigiosos periodistas argentinos y si a un director inglés vuelve a mostrarnos que existen mentalidades colonialistas que sólo aceptan como bueno lo que tiene procedencia en el exterior.

Lo que se destaca del documental, además de las hermosas imágenes aéreas de Buenos Aires es la presencia siniestra de Antonio Horacio Stiuso quién es capaz de decir con una sonrisa en sus labios que a Nisman lo asesinaron, este espía siempre permaneció en las sombras por lo que su aparición es toda una novedad, dejando expuesto a un personaje que no tendría nada que hacer en tiempos democráticos.

Pero también adolece por no mencionar ni mostrar información de importancia para determinar la muerte del fiscal, tal vez para dejar la sensación de neutralidad a sabiendas de las pasiones que despierta cualquiera de las respuestas que se pretendan establecer.

Atentado a la AMIA

El atentado a la AMIA se produjo el 18 de julio de 1994 provocó 85 muertos y más de 200 heridos, desde los inicios de la investigación hubo una evidente intención de encubrir a los responsables, tal es así que el primer juicio a cargo del Juez Galeano y los fiscales Mullen, Barbaccia y Nisman fue anulado por el soborno pagado por el Estado a Carlos Telleldín supuesto dueño de la camioneta con que se realizó el atentado.

El soborno tenía la intención de inculpar a un grupo de policías de la Provincia de Buenos Aires desviando la mirada hacia la provincia gobernada por Eduardo Duhalde que a esa altura era un adversario interno del presidente Carlos Menem.

También desde un primer momento se trató de responsabilizar a Irán, haciendo a Hezbolá, aliado de Irán, responsable directo del atentado, esta hipótesis era la que más convenía a los intereses políticos de los Estados Unidos e Israel y por lo tanto se convirtió en la “pista oficial” descartando la investigación de otras posibles, recordemos que eran las épocas de la dolorosas “relaciones carnales”.

No se investigó la pista siria a pesar que Menem podía tener cuentas pendientes con ese país, y tampoco la posibilidad de la participación de grupos internos de la ultraderecha antisemita.

Nisman fue parte del encubrimiento que rodeó a la causa, aunque no participó del soborno a Telleldín, fue una pieza utilizada por los Estados Unidos e Israel en la decisión que llevó a establecer que había que echarle la culpa a Irán.

Primero se estableció a quién había que culpabilizar para después buscar hechos que se adaptaran a esa conclusión, eso es ratificado en el documental por un investigador del FBI.

Esto no significa afirmar que Irán no tuvo nada que ver con el atentado, lo que estamos señalando es que no se investigaron otras pistas y que hubo un claro interés político por señalar a un culpable determinado.

Nisman y Stiuso formaron pare de este entramado que tenía la misión de culpar a Irán antes que a la búsqueda de la verdad, el fiscal concurría a la embajada de los Estados Unidos para mostrar sus escritos y para que se le efectuaran correcciones en una conducta por demás cuestionable e indigna de un funcionario público, lo que se complementaba con los sólidos vínculos de Stiuso con la CIA y el MOSSAD, el miembro de la CIA que aparece en el documental lo llama su amigo.

Stiuso ayudó a Nisman a preparar el caso de la AMIA muy posiblemente haya sido quién lo fue orientando hacia la conclusión que tanto los Estados Unidos e Israel pretendían, hasta el punto que se estableció una dependencia casi enfermiza del fiscal con respecto al espía.

Diana Wassner de Malamud cuyo esposo murió en el atentado e integrante de Memoria Activa tuvo la impresión desde un principio que no se iba a encontrar a los responsables, además de señalar las raíces antisemitas existentes en nuestra sociedad lo que determinó que hubiera personas que llegaran a afirmar que “murieron judíos e inocentes”, precisamente la existencia de grupos antisemitas debió llevar a investigar la posibilidad que hubiesen participado miembros de esos grupos en el atentado, cosa que nunca se intentó.

Es el FBI el que dice haber encontrado ADN humano en el motor de la camioneta y que el mismo correspondía a un integrante de Hezbolá, pero eso es desmentido por varias pruebas, incluso el periodista Raúl Kollman señala que no está comprobado la participación de un conductor suicida en el atentado.

Hay una sola testigo que dice haber visto al conductor de la camioneta, cuando en el juicio le muestran un identikit dice que no se parece en nada a la persona que ella vio, en tanto que Stiuso dice que ese retrato era igual a Ibrahim Berro el supuesto conductor suicida, o sea que el identikit parece ser otra de las falsas pruebas.

Macri creó una secretaría de estado para el seguimiento del Atentado de la Amia donde se designó al ex senador radical Mario Cimadevilla que dice cosas muy interesantes como que la idea del coche bomba y el conductor suicida fue instalada por los servicios de inteligencia dice también que empezaron a tener dificultades porque el ministro Garavano no quería investigar y saber la verdad, porque no pudieron investigar todas las hipotesis.

También el agente del FBI dice que no tenían ningún dato en la complicidad de Irán en el atentado lo que si ellos afirmaban era la responsabilidad de Hezbolá.

El ex fiscal Moreno Ocampo denuncia que en democracia la SIDE seguía trabajando para la CIA, que se manejan fondos negros, que se utilizan para perjudicar a los enemigos y ayudar a los amigos.

Esto se debe tener en cuenta porque la embestida contra el Memorandum de Irán comienza cuando se desplaza a Stiuso y se eliminan los fondos reservados de los servicios de inteligencia.

Según los servicios de inteligencia el autor del atentado con la camioneta fue Ibrahim Berro que pertenecía a Hezbolá para llegar a esta conclusión señalaban que su entierro se realizó en el Líbano sin el cuerpo presente con grandes honores y con la presencia del máximo líder de Hezbolá.

Nisman entrevistó a los hermanos de Berro en septiembre de 2005, cinco meses antes había estado Stiuso con ellos, cuando le pidió ver una foto del supuesto suicida dijo que era igual al del identikit que se había mostrado en el juicio, pero la única testigo que supuestamente vio al conductor de la camioneta dijo que no se parecía en nada al retrato del identikit.

Los hermanos acusaron a Nisnam y Stiuso de haber dicho exactamente lo contrario de lo que ellos declararon, además cuando uno de los hermanos accedió a realizarse un análisis del ADN no coincidía con el encontrado en los restos de la camioneta, esto último no se menciona en el documental.

El Memorándum con Irán

Como la causa por el atentado a la AMIA llevaba varios años paralizada con funcionarios judiciales y miembros de los servicios acusados de encubrimiento, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner intentó llegar a un entendimiento con Irán que tenía a cinco de sus ciudadanos acusados de haber participado en la organización del atentado a la AMIA, el acuerdo consistía en que un juez y un fiscal argentinos pudieran viajar a ese país a interrogar a los acusados.

Las entidades de la colectividad judía AMIA y DAIA primero apoyaron la idea y luego se opusieron férreamente, igual actitud adoptó Nisman que al principio estuvo de acuerdo, el Memorándum fue aprobado por el Congreso argentino pero nunca lo fue por el de Irán y por lo tanto no entró en vigencia.

Después de cambiar de idea Nisman llegó a considerar que ese acuerdo significaba una alianza con los terroristas y señalaba una serie de consecuencias que nunca ocurrieron, amigos del propio Nisman reconocen que uno de sus objetivos era voltear al gobierno de Cristina.

Es fundamental para entender los sucesos posteriores mencionar que el gobierno de Cristina había decidido realizar una limpieza de los servicios de inteligencia y para eso era necesario despedir a quien había estado manejándose en la oscuridad durante todos los gobiernos incluso en las dictaduras como si fuera el dueño de la SIDE y después de la AFI, el gobierno lo hizo y la réplica fue la denuncia por el Memorándum.

Nisman basó gran parte de la denuncia en la existencia de un supuesto espía llamado Allan Bogado que según él actuaba a favor de Irán por instrucciones del gobierno, pero resulta que Stiuso lo había denunciado como alguien que se hacía pasar por espía pero que no pertenecía a la AFI.

Según Stiuso, Nisman sabía que Bogado no pertenecía a la AFI, pero esto es sumamente dudoso porque su denuncia se basaba en que Bogado trabajaba para el gobierno y eso sólo era posible si integraba la AFI.

Bogado que según Nisman era un espía al servicio del kirchnerismo nunca se había entrevistado con la presidenta, ni había ingresado a la Casa Rosada, como tampoco había realizado los viajes que Nisman le atribuía.

Según Bogado sí trabajaba para la AFI y su jefe era nada menos que Stiuso y no el gobierno de Cristina.

En el documental aparecen periodistas muy críticos del kirchnerismo como Edgardo Alfano que llegan a decir que la denuncia de Nisman no le cerraba y que se preguntaba por qué si tenía más pruebas que presentar no las mostraba en vez de amenazar con hacerlo.

La denuncia de Nisman contra el Memorándum fue desestimada por el juez Daniel Rafecas por inexistencia de delito y su sentencia fue confirmada por la Cámara Federal.

Cuando Oscar Parrilli a cargo de la AFI le pide la renuncia a Stiuso, éste le contesta que esa era la tercera vez que le pedían la renuncia pero que él siempre regresaba.

Una vez que es obligado a renunciar se refugia en los Estados Unidos para regresar durante el gobierno de Macri a denunciar a quienes lo habían despedido, Cristina llega a preguntar en la ONU porqué esa potencia protegía al espía.

Es posible que Nisman considerara que la firma del Memorándum y los cambios realizados en la AFI, principalmente con el desplazamiento de Stiuso, significara que el siguiente paso del gobierno de Cristina sería prescindir de sus servicios, el espía también habría ayudado a instalar esa convicción en la cabeza del fiscal.

El gobierno de Macri fue el mayor exponente del lawfare, la utilización del Poder Judicial para perseguir opositores, para eso contó con jueces y fiscales que obedecieron sus deseos como la de reabrir la causa de la denuncia de Nisman que ya había sido desechada por el juez Rafecas, la causa cayó en manos del juez que tiene mayor cantidad de juicios políticos en su contra pero que contaba con la protección del macrismo, nos referimos a Claudio Bonadío.

EL 7 de diciembre de 2017 el juez Bonadío determina las detenciones por el memorándum de Irán de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, del ex canciller Héctor Timerman y Carlos Zannini por traición a la patria. Cristina contaba con fueros y por eso no fue detenida.

También dictó la prisión de Fernando Esteche, Luis D’Elia y Jorge Khalil basándose en escuchas de donde no surge ningún delito y a pesar que ninguno de ellos ocupaba cargo público alguno.

Era evidente que Nisman era financiado por alguna fuente desconocida, tenía un nivel de vida muy superior a sus ingresos, la actitud de la madre de vaciar cajas de seguridad sin informar a la justicia pone aún mayor incógnita sobre los bienes de Nisman.

Nisman tenía una cuenta con Lagomarsino por 600.000 dólares además tenía otras cuentas en el exterior con la madre y la hermana y bienes en el Uruguay.

Lagomarsino declaró que le debía dar el 50% de lo que cobraba a Nisman, a medida que se fueron conociendo estas novedades la imagen de héroe que se trató instalar del fiscal se fue diluyendo.

Un informe del gobierno de los Estados Unidos concluye que no hay justificación para el dinero en su cuenta y debía ser investigado por presunto soborno.

En el film aparece declaraciones de Toby Dershowitz vicepresidenta de la Fundación en Defensa de la Democracia, cuestionando a Irán por tratar de infiltrarse en América Latina y llamando a América Latina como el “patio trasero” de los Estados Unidos, lo que no dice el documental es que esa fundación está financiada por la derecha republicana e israelí y por el buitre Paul Singer, como también fue una fuente de financiación de las actividades de Nisman a favor de esos intereses.

Otra cuestión que resulta patética es ver Laura Alonso hablando de “entregar la soberanía” por el acuerdo con Irán cuando ella integraba una fundación financiada por los fondos buitres y la embajada de los Estados Unidos.

La muerte de Nisman

Su muerte fue politizada desde el primer minuto, Laura Alonso y Patricia Bullrich fueron actrices principales para utilizar su muerte, además de ser quienes colocaron al fiscal en una posición de difícil retorno cuando quisieron exponerlo en el Congreso para beneficio de su partido.

Los medios de comunicación también jugaron un papel fundamental para intentar instalar la idea del asesinato con argumentos tan débiles como el de Lanata que decía como se iba a suicidar si había denunciado al gobierno, cuando precisamente ese argumento permite sacar la conclusión contraria si dicha denuncia fracasaba, quedaba expuesto a un enorme papelón.

La enfermera de Swiss Medical que fue la primera en llegar al departamento después de la muerte, convocada por la madre de Nisman dijo que la escena era de un suicidio.
El médico legista establece la hora de la muerte aproximadamente a las 11:30 del día domingo 18 de enero de 2015.

Entre los papeles del fiscal se encuentra un escrito con las posibles preguntas que los miembros de la bancada oficialista le iban a realizar si iba al Congreso, una de ellas era que Ronald Noble ex jefe de Interpol había dirigido una carta al Canciller donde decía que el gobierno argentino no había pedido el levantamiento de las alertas rojas, cuando Nisman en su denuncia decía que el Memorándum era para levantarlas, tampoco hubo intercambio de granos por petróleo como también acusaba Nisman.

La fiscal Viviana Fein explica con lujos de detalle y con hechos, cuestiones esenciales como que no se encontró otro ADN en su departamento que no fuera el de Nisman y la autopsia señalaba que ni había evidencia que en el disparo hubiera intervenido otra persona, tampoco hubo golpes que pudieran denotar una pelea producto de la resistencia, la fiscal Fein no descarta que Nisman haya sido inducido o instigado a suicidarse y agregaba que no se podía hablar de homicidio por las pruebas encontradas.

Las cámaras del edificio donde vivía Nisman funcionaban y se pudo ver a Lagomarsino visitándolo el día anterior a su muerte como a los custodios y a su madre que llegaron el mismo día domingo.

En el documental la ex esposa Arroyo Salgado dice que a Nisman lo mataron, pero lo que no se informa es que se retiró como querellante.

Lanata también inventa en su programa que se contaminó la escena en el departamento, cortando parte de lo filmado en la investigación y sin señalar cual es el protocolo, acusaba sin fundamentos a los peritos de violar el protocolo.

A pesar que la dirigencia del PRO, los jueces y fiscales del macrismo y los medios de comunicación se esforzaron por mostrar a un fiscal con una voluntad de hierro incapaz de tomar una decisión como la de suicidarse, el estado emocional por esos días lo muestra sumamente nervioso y sabiendo que si perdía podía ser el fin de su carrera.

La misma Laura Alonso reconoce que cuando regresó de Europa Nisman tenía los ojos vidriosos cuando habló con ella y también le dijo: “Me juego mucho en esto”.

Patricia Bullrich y Laura Alonso lo quieren llevar al Congreso y eso significaba exponerlo a un inmenso papelón, a Bullrich que lo apura le pospone la ida al Congreso y le dice que “está destruido”.

Patricia Bullrich le dice que le garantiza la seguridad pero que algún insulto se va a comer y una periodista de Clarín le avisa que se va a utilizar una sala más grande para su declaración en el Congreso en vista a gran expectativa que generó.

Además se supo que el peronismo iba a ir al Congreso con una larga lista de preguntas, y según declaró una diputada “con los tapones de punta” y que la intención del oficialismo era que la declaración se pasara por televisión.

Miguel Bronfman abogado de la AMIA señala que Nisman estaba sólo y lo peor para su denuncia era que Stiuso no le atendía el teléfono.

El fiscal Stornelli cuando habla con Nisman después de presentar la denuncia le pregunta si se volvió loco.

La pelea entre su ex esposa y el fiscal adquirió un alto grado de agresividad verbal por la decisión de Nisman de regresar al país dejando a su hija de 15 años sola en el aeropuerto.

Arroyo Salgado le echa en cara que privilegie la lucha por el poder y por salir en los medios antes que su familia y por haberle arruinado el viaje a su hija, Nisman le responde “Estoy hecho mierda y vos encima la seguís”.

Arroyo Salgado le contesta "para molestar, agredir, exponerlas o destratar, olvídate de mis hijas".

A un custodio le dice que se quiere comprar un arma y le pregunta cual le recomienda, después se la pide a Lagomarsino, al cual le dice “¿Sabés que sus hijas no quieran estar con vos por miedo?”

Toda esta situación marca en el fiscal un estado de ánimo muy distinto al que quisieron instalar los que fuerzan la idea del homicidio sin prueba alguna.

El domingo cuando se despierta ingresa a la computadora donde lee la nota de Raúl Kollman donde se reseñaba las preguntas que seguramente le realizarían los disputados del peronismo para dejar en evidencia las múltiples falencias de su denuncia, luego lee una nota del periodista de La Nación que denuncia la existencia de un agente camporista que no era otro que Allan Bogado y luego lee un artículo sobre un hombre que volvió de la muerte.

Cuando llegó su madre después que sus familiares y los custodios se preocuparan porque no atendía el celular, la puerta estaba cerrada desde adentro con la llave colocada, la puerta fue abierta por un cerrajero.

Durante la gestión macrista se realizaron todo tipos de trapisondas para tratar de endilgarle la muerte de Nisman al kirchnerismo, vemos al impresentable diputado del PRO Waldo Wolf diciendo que la ex presidenta Cristina debía mostrar su inocencia, cometiendo la bestialidad de desconocer el principio de inocencia.

El macrismo necesitaba sacarse de encima a la fiscal Fein que estaba realizando una investigación seria, luego de la declaración de Stiuso cuando regresó de los Estados Unidos la causa pasó a Comodoro Py, como al sortearse el juez que debía hacerse cargo salió sorteado un juez independiente como Casanello, se dijo que el sistema había funcionado mal y se volvió a sortear para que el agraciado fuera un integrante del grupo de jueces militantes del macrismo como Julián Ercolini que determinó que a Nisman lo habían asesinado. Esta matufia judicial tampoco es mencionada en la película.

Pero el máximo intento del macrismo para acusar a la oposición fue la participación de la Gendarmería que realiza una pericia a pedido del gobierno, no lo dice el documental pero antes que comenzara el diario Clarín ya sabía que resultado iba a tener.

La participación de la Gendarmería hace recordar a la comedia italiana La Armada Brancaleone, un ejército compuesto de ineptos que no deja desquicio sin hacer, la explicación que utilizaron de una fórmula matemática para determinar el horario de la muerte que se fijó a las 2:46, asegurar que fueron dos personas las que lo mataron , el uso de la ketamina que no fue detectada en la autopsia y la comprobación que no detectaron signos de depresión en Nisman, revolucionan la ciencia criminalística a pesar de ser una Fuerza que realice pericias de este tipo habitualmente como sí son expertos quienes realizaron la autopsia de Nisman.

La conclusión que había sido un homicidio pero sin determinar quiénes fueron los homicidas, sin que nadie los haya visto ingresar,  sin que aparezcan en las cámaras, con la puerta cerrada desde adentro, sin pisadas ni huellas en el baño, obligó al poder judicial macrista a inculpar a Lagomarsino como partícipe necesario.

Luego de este servicio de la Gendarmería quedó claro cuando Patricia Bullrrich declaró que no iba a tirar un gendarme por la ventana porque los necesitaba, los necesitaba para realizar este enchastre ridículo.

Queda flotando al final de la película la tristeza de ver el deterioro de Héctor Timerman, un patriota injustamente acusado de “traición a la patria” por la mafia judicial que fue cómplice del neoliberalismo, con su voz apagada Timerman nos recuerda que la Causa Amia siguió sin avanzar en lo más mínimo, mientras que lo único que avanzó fue su cáncer.

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