El Forjista

Dreyfus, Kafka y Cristina

Tres casos de injusticia

Aunque el título pueda parecer algo extraño, este artículo trata de mostrar las coincidencias entre el Caso Dreyfus, el libro El Proceso de Franz Kafka y la persecución a Cristina Fernández de Kirchner por parte de un poder judicial corrupto.

En los tres casos se producen evidentes injusticias que además ocurren en sociedades con Estado de Derecho, donde se supone que el Poder Judicial debería actuar con absoluta imparcialidad, aunque eso sólo se verifique en los enunciados más que en la realidad.

Veamos ahora cada uno de los casos en particular para concluir con las sorprendentes coincidencias entre ellos.

El caso Dreyfus

Sucedió en Francia con inicio en 1894 y recién puede decirse que concluyó en 1906, la víctima fue el capitán del ejército Alfred Dreyfus, oficial judío, en una sociedad donde el racismo antisemita era bastante generalizado, especialmente en el ejército y con periódicos que no disimulaban su desprecio por los judíos.

El nacionalismo católico, reaccionario y racista francés del político y escritor Charles Maurras es anterior al de Mussolini y Hitler, Maurras jugó un papel importante como activista en contra de Dreyfus.

Hacia fines de 1894 Dreyfus fue acusado de haber entregado documentos secretos a los alemanes y por lo tanto de cometer el delito de traición a la patria.

Fue juzgado por un tribunal militar que lo condenó sin pruebas a prisión de por vida, siempre el acusado se declaró inocente, la condena debió cumplirla en condiciones inhumanas en la Isla del Diablo ubicada en la Guyana Francesa en América del Sur, en ese momento la mayoría de la población y los políticos no dudaban de su culpabilidad.

No obstante, con el tiempo comenzaron a aparecer sectores a los que se le hizo evidente la injusticia cometida y comenzaron a reclamar a favor de su inocencia.

En 1896 el coronel Georges Picquart a cargo del contraespionaje francés, descubrió al verdadero traidor que era el mayor Ferdinand Esterhazy, pero el Estado Mayor del Ejército consideró que revisar la condena a Dreyfus implicaba el descrédito para el ejército que había condenado a un inocente y optó por enviar a Picquart a Túnez para silenciarlo.

A su vez la familia de Dreyfus realizó grandes esfuerzos para tratar de demostrar su inocencia, en 1897 lograron contactarse con el presidente de la Cámara de Senadores, Auguste Scheurer-Kestner que unos meses después declaró estar convencido de la inocencia de Dreyfus, así  comenzaron a sumarse voluntades que abogaban por la inocencia de Dreyfus.

En enero de 1898 su hermano mayor Mathieu denuncia ante el Ministerio de Guerra al verdadero culpable Esterhazy, que es enjuiciado y encontrado inocente, porque la conducción militar seguía sin querer reconocer su error garrafal, incluso al precio de que el verdadero traidor quedara en libertad.

Pero el 13 de enero de 1898 se produce un hecho que conmueve a la sociedad con la aparición del documento trascendental del escritor y periodista Émile Zola que publicó un artículo en el periódico L’Aurore con la forma de carta abierta dirigida al presidente del país, Félix Faure, el título era “Yo acuso” donde denunciaba a todos los que habían condenado a Dreyfus con falsedades y mentiras.

Sobre el tribunal que juzgó al culpable Esterhazy y lo declaró inocente, Zola decía: “Un consejo de guerra acaba, por orden, de absolver a un tal Esterhazy alucinación suprema de toda verdad, de toda justicia. Y se terminó, Francia tiene sobre su rostro esa bajeza, y la historia escribirá que fue bajo su presidencia como tal crimen social pudo cometerse”

Y además le decía al presidente de la Nación: “Y es usted señor presidente, a quien gritaré esta verdad, con todas las fuerzas de mi indignación de hombre honesto. Por su honor, estoy convencido de que usted desconoce lo sucedido. Por lo tanto ¿a quién denunciaré la turba malvada de los verdaderos culpables, si no es a usted, Primer Magistrado del País?”

Con ese acto de valentía Zola logró una influencia casi inmediata que pudo horadar la resistencia del ejército a hacer justicia, el Tribunal Superior anuló la sentencia que condenaba a Dreyfus y ordenó realizar un nuevo Consejo de Guerra que se llevó a cabo en 1899, pero los militares se negaron a dar el brazo a torcer y volvieron a condenarlo, esta vez a diez años de trabajos forzado.

Diez días después, el nuevo presidente de Francia Émile Loubet lo indultó, Dreyfus enfermo por las duras condiciones de su prisión lo aceptó aun cuando eso no significaba reconocer su inocencia.

Recién en 1906 la Corte de Casación reconoció su inocencia y anuló la condena de 1899, y decidió la rehabilitación del capitán Dreyfus, reintegrarlo al ejército con el rango de comandante, así fue que participó en la Primera Guerra Mundial, falleciendo en 1935.

Zola también cuestionaba a la prensa que promovía la persecución antisemita: “Y es un crimen más haberse apoyado en la prensa sucia, dejarse defender por toda la chusma de París, para que la chusma triunfe insolentemente en la derrota de la ley y en la simple probidad”

Y agregaba: “Es un delito perder la opinión, utilizar para un trabajo malicioso esta opinión, pervertida hasta el punto de volverse delirante. Es un crimen envenenar a los pequeños y humildes, envenenar las pasiones exasperadas en la reacción y la intolerancia, refugiándose en el furioso antisemitismo, del que, si no se cura, morirá la gran Francia liberal de los derechos humanos. Es un crimen explotar el patriotismo por obras de odio, y es un crimen, finalmente convertirse en sable del dios moderno, cuando toda la ciencia social esta con trabajo para la obra de la verdad y justicia más cercana”

El proceso de Kafka

Este libro fue escrito en 1914 y trata sobre un absurdo judicial donde el protagonista, Josef K., procesado por una causa que desconoce y que nunca le comunican fue sometido a un juicio donde las pruebas no tienen ninguna importancia, porque lo único relevante es la influencia que se pueda tener sobre los jueces.

El libro recién se publicó parcialmente en 1925, un año después de la muerte del autor, en ediciones posteriores apareció completo, aunque el orden de los capítulos iba cambiando de acuerdo al criterio del editor, en realidad la idea de Kafka fue que nunca se publicara.

El libro pasó a tener una significación mayor cuando realizaron juicios que fueron una farsa como los efectuados por los nazis, el stalinismo con sus purgas continuas o el realizado en Estados Unidos con los anarquistas Sacco y Vanzetti.

El libro comienza diciendo: “Alguien debió haber calumniado a Josef K., porque sin haber hecho nada malo, fue detenido una mañana”.

Todo el proceso está dominado por el absurdo, comenzando porque al protagonista lo detienen, pero a continuación le dicen que puede ir a trabajar y seguir con su rutina, con la única particularidad que puede ser llamado a declarar.

Es convocado en dos oportunidades a declarar, donde tampoco le dicen de que está acusado y le realizan preguntas ridículas, a la segunda convocatoria decide no concurrir, pero cuando pregunta si eso puede influir en el veredicto, le dicen que no.

Cuando se presentó al interrogatorio se encontró con un juzgado abarrotado con barras a favor y en contra del acusado, Josef K. sospechaba que el mismo juez es el que se encargaba de dirigirlas, con la intención de ver la reacción del acusado.

Más allá de los interrogatorios, el proceso continúa, sin que él se pueda enterar de nada de lo que ocurre, en cambio otras personas sí lo están, incluso algunas que no tienen nada que ver con la justicia, que le advierten que el proceso no marcha bien para sus intereses.

En torno a él se comienza a generar una especie de “algo habrá hecho” porque la creencia generalizada es que el poder judicial no acusa sin estar convencido de la culpabilidad, incluso él mismo llega a preguntarse si alguna vez no habrá cometido algún delito sin darse cuenta.

El tío de Josef K. interviene preocupado porque el sobrino no tiene un defensor y le dice “Tú has sido hasta ahora nuestro orgullo, no puedes convertirte en nuestra vergüenza”, además le señala que: “Esas cosas no se presentan bruscamente, sino que se vienen preparando con anterioridad, tiene que haber habido indicios”.

Y le advierte de la gravedad “¿Quieres acaso perder el proceso? ¿Sabes lo que eso significa? Significa simplemente que te van a suprimir. Y que todos tus parientes se verán arrastrados, o al menos humillados hasta el suelo”

A medida que avanza el libro nos vamos enterando y sorprendiéndonos de como funciona esa justicia, donde en general los tribunales ni leen las presentaciones de los abogados, mientras que ni los abogados ni los acusados conocen la acusación, por lo que el abogado no tiene idea de lo que debe escribir en sus apelaciones.

La designación de un abogado defensor no era algo obligatorio, por lo que Josef K. sospecha que la intención del sistema era eliminar a los abogados en los juicios, donde el acusado debía demostrar su inocencia, aunque nadie sabía inocente de qué, porque el acusado no tenía acceso a los escritos del tribunal y los abogados no pueden estar presentes en los interrogatorios de su defendido.

Las pruebas y las pericias carecían de valor, lo único realmente importante eran las relaciones del abogado o del acusado con los jueces.

Josef K. se entera más del funcionamiento de la justicia por un pintor llamado Titorelli que tiene contacto con los jueces porque se especializa por pintar retratos de los magistrados, es así como se ofrece a ayudarlo

Prestemos atención ahora a lo que dice el pintor sobre el funcionamiento de la justicia, le comienza diciendo que: “Nunca se puede disuadir al tribunal”

Le cuenta que el tribunal es inaccesible a las pruebas que uno presente: “Pero las cosas funcionan de un modo muy distinto con todo aquello que, en este aspecto, se intenta al margen del tribunal público, o sea de las salas de deliberaciones, en los pasillos o, por ejemplo, también aquí en este estudio”

Al ser acusado de un delito hay tres posibilidades de liberación: la absolución real, la absolución aparente y el aplazamiento. La primera es la mejor solución, pero le dice que no conoce ningún caso de absolución real.

Quedan entonces la absolución aparente y el aplazamiento, en ambas el pintor lo puede ayudar y se ofrece a escribir en una hoja un certificado de inocencia, con ese papel visita a los jueces que conoce le presenta el certificado y les dice que él responde por su inocencia, sin embargo, no es seguro que todos le crean, algunos le podrían pedir que K. comparezca ante ellos, entonces el pintor le indicaría como debe comportarse ante el juez.

Cuando logre un número importante de firmas de jueces se presenta ante el juez que lleva el caso y logrará también su firma, de esa forma obtendría la absolución aparente y será temporalmente libre, esos jueces no tienen la autoridad para absolver definitivamente, ese derecho sólo lo tiene el Tribunal Superior que es inaccesible para todo el mundo.

Pero la acusación puede volver sobre el acusado por la decisión del algún juez y vuelve a ser detenido, es así que una persona puede conseguir la absolución aparente, y cuando llega a su casa vuelve a ser detenido, otra vez procesado, aunque también puede conseguir una nueva absolución aparente, puede haber una cantidad indeterminada de absoluciones y reiteración de la detención.

El aplazamiento por su parte significa que el proceso queda en las fases iniciales, para eso es necesario que el acusado y sobre todo el protector estén en contacto permanente con el tribunal, hay que visitar al juez en intervalos regulares y también en ocasiones especiales para mantener su buena predisposición, si no se lo conoce a él hay que influir a través de jueces conocidos, si se mantiene esta costumbre el juicio nunca pasa de las fases iniciales, el aplazamiento tiene la ventaja de un futuro menos incierto, pero el proceso debe mantener su apariencia con interrogatorios periódicos al acusado.

En otra acción extraña un día en su trabajo a K le encargaron mostrar algunos monumentos artísticos a un importante cliente italiano del banco, como el cliente no se presentó y llovía se refugió en una catedral que estaba vacía, pero desde el púlpito un sacerdote lo llama por su nombre.

El cura sabía que estaba acusado, le comunica que él era el capellán de la prisión y le dice que lo ha mandado llamar, le pregunta a continuación si sabe que su proceso marcha mal, K. le contesta que él tiene la misma impresión, aunque reafirma su inocencia y el cura le señala que “así suelen hablar los culpables”

Un día llegan a casa de Josep K. dos personas que lo detienen, lo conducen hasta las afueras de la ciudad, mientras uno lo maniataba el otro sacó un cuchillo de carnicero y se lo clavó en el corazón, para luego hacerlo girar, las últimas palabras de Josef K. fueron “¡Como un perro!”

Placeholder image

El fiscal Luciani acusador de Cristina jugando en la quinta de Mauricio Macri en el mismo equipo que el juez García Uriburu el que condenó a Cristina

La persecución a Cristina

El primer paso en la persecución fue la difamación realizada por los medios de comunicación que forman parte del poder económico y al que un sector del Poder Judicial responde obedientemente.

Veamos algunos casos promocionados en el programa de Lanata en el canal de aire de Clarín donde se mintió descaradamente para tratar de involucrar a Cristina en casos de corrupción.

Cuando la expresidenta viajó a Vietnam a su regreso el avión hizo una escala técnica en las Islas Seychelles, Lanata inventó que el verdadero objetivo de esa parada era que Cristina abriera una cuenta offshore para depositar dinero mal habido, como parte de show hicieron una parada en Panamá, donde no descubrieron ninguna de las empresas offshore de Macri que quedaron expuestas en los Panamá Papers, en cambio nunca se encontró ni cuenta, ni empresa de los Kirchner en el exterior.

En otro programa, Lanata escenificó en el estudio del canal las supuestas bóvedas que existían en la casa de Cristina en Calafate donde guardaban enormes cantidades de dinero, en uno de los tantos allanamientos realizados por Bonadío buscaron esas bóvedas y no las encontraron, también le rompieron las paredes en el departamento de Buenos Aires sin resultado.

Como parte del show en la búsqueda de la inexistente “ruta del dinero K”, hay que recordar el espectáculo circense protagonizado por el fiscal Marijuan con las excavadoras que buscaban dinero enterrado en la Patagonia, con la transmisión en directo de los canales de noticias, mientras Patricia Bullrich justificó el espectáculo porque ella lo había visto en una serie.

Y ya que estamos en la ruta del dinero K, recordemos la confesión pública de Luis Barrionuevo cuando reconoció que tuvo en su casa a Federico Elascar para convencerlo que debía ir al programa de Lanata a realizar una falsa denuncia porque su vida corría peligro, luego Elascar en el juicio declaró todo lo contrario a lo que dijo en televisión, el que se dio la gran vida con dinero del Estado fue Fariña al que el macrismo le pagó a pesar de estar implicado en un delito para que como arrepentido acusara al gobierno de Cristina.

Luego de la calumnia y la difamación siguió la persecución judicial del macrismo que no se limitó a Cristina exclusivamente, sino que incluyó a su familia, como a su hija Florencia que nunca ocupó un cargo político, pero que el juez Ercolini decidió incluirla en una causa por asociación ilícita desde el día en que murió su padre, cuando ella estaba residiendo en los Estados Unidos, a raíz de lo cual tuvo problemas de salud por el que se estuvo tratando un tiempo en Cuba.

Hasta el final del gobierno de Macri fue sometida a 15 indagatorias, incluso 8 en un mismo día, 12 de ellas pedidas por Bonadío, 10 impulsadas por el fiscal macrista Stornelli, el mismo que se negó a presentarse cuando fue reclamado por un juez por su sociedad con el extorsionador D’Alessio, ahora detenido, pero que antes era presentado por la prensa canalla como experto en seguridad y con vínculos con Patricia Bullrich.

La primera causa en su contra durante el macrismo fue por la venta de dólar futuro que depende del Banco central y no del Poder Ejecutivo, volviendo a mostrar una discrecionalidad muy habitual en el juez Bonadío.

Cuando el macrismo llegó al gobierno, Sturzenegger consultó a Bonadío que debía hacer con el dólar futuro y el juez le contestó que siguiera adelante, fueron varios funcionarios macristas los que se beneficiaron con el dólar futuro como Mario Quintana y Luis Caputo, ningún miembro del anterior gobierno se había beneficiado y fue el macrismo el que devaluó beneficiando a sus funcionarios. En esta causa Cristina fue sobreseída, aunque luego se presentó el procurador Casal, nombrado por el macrismo, para que se siga investigando.

Placeholder image

Provocación del juez García Uriburu en el juicio de Vialidad después de ser recusado por jugar al futbol con el fiscal apareció con un mate con el escudo de ese equipo

Con respecto a la “causa del dinero K” ya vimos que Elaskar que declaró en un juicio que se había armado la causa entre canal 13 y el sindicalista Barrionuevo para que acusara a los Kirchner, también fue sobreseída pero los jueces macristas intentan reabrirla.

La persecución a Cristina hasta incluyó una absurda denuncia durante la campaña de 2007 donde la acusaban de usurpación de título porque decían que no era abogada, fue el constitucionalista Sabsay siempre al servicio de Clarín que nunca se animó a pedirle el título a ningún varón cuyo título universitario parecían mucho más dudoso, como el de Macri, que nunca ejerció.

En la causa Hotesur fue acusada de lavado de Dinero, dádivas y asociación Ilícita, para el primer caso debería haber algún dinero ilegal, sin embargo todo se cobraba en blanco y estaba registrado, el segundo fue debido a que se suponía que había cambio con Báez y otros empresarios que alquilaban el hotel a cambio de otorgarle obra pública, pero eso fue una suposición que nunca se comprobó y además se incluyeron contratos que eran anteriores a que el hotel fuera de los Kirchner.

La denuncia fue realizada por dirigentes macristas basadas en publicaciones periodísticas, la instrucción la hizo Bonadío, que cometió severas irregularidades por lo que debió ser apartado, pero armaron otra denuncia esta vez por Los Sauces y volvió a recaer en Bonadío todo en complicidad con los camaristas que respondían al macrismo, Bonadío procesó a Cristina y después se declaró incompetente, o sea que nunca debió intervenir, en esta causa la incorporaron a Florencia que tenía nueve años cuando se formó la sociedad y que nunca firmó nada.

Como todas las causas eran muy débiles en pruebas, construyeron la causa de las fotocopias de los cuadernos con la complicidad del periodista de La Nación Diego Cabot, los empresarios detenidos no recuperaban su libertad a menos que se declararan arrepentidos y denunciaran a alguien del gobierno anterior, uno de ellos fue el primo del presidente, Ángelo Calcaterra que no fue detenido y cuya situación fue negociada en la Quinta de Olivos por Stornelli, el presidente y los operadores judiciales.

Actualmente se sabe que esos cuadernos tienen múltiples tachaduras y agregados posteriores, y varios de los empresarios que declararon, previamente fueron a dejar constancia en escribanías que iban a mentir para no quedar detenidos. El fiscal Stornelli les había dicho que no había sortija para todos, para que se apresuraran a declarar contra los exfuncionarios kirchneristas.

Vayamos ahora a una de las causas que hizo más ruido como fue el Memorándum con Irán que fue un intento del gobierno de Cristina para que declararan los iraníes acusados en el atentado, ya que la causa AMIA no tenía ningún avance y que tenía la sombra del encubrimiento.

En el gobierno de Macri quedó al descubierto el intento de proteger a ciertos acusados por el encubrimiento del atentado de la AMIA, el radical Mario Cimadevilla que integraba la Unidad Especial de AMIA renunció a la misma acusando al presidente Macri de no cumplir con la promesa de buscar la verdad sobre el atentado para proteger a los amigos del gobierno y encolumnarse tras los intereses de Israel y los Estados Unidos.

En un informe que tituló infAMIA Cimadevilla señalaba que la investigación quedó atada por compromisos políticos, donde los servicios de inteligencia argentinos son responsables del encubrimiento, mientras denunciaba la subordinación a los extranjeros.

Cimadevilla dijo que el ministro de Justicia, Garavano, le ordenó no acusar a los fiscales José Barbaccia y Eamon Mullen partícipes junto al juez Galeano del encubrimiento.

Cristina cuenta que quién fuera su canciller Héctor Timmerman sufrió mucho por las acusaciones que recibió por la firma del Memorándum y cree que se enfermó de cáncer por los agravios recibidos, por las mentiras y los ataques por parte de los dirigentes de la comunidad judía.  

Así lo relata en el libro Sinceramente: “Él sufría en su doble condición de judío y funcionario. El golpe final se lo dio el sicario -Claudio Bonadío- cuando nos acusó de … ¡traición a la patria! Increíble un disparate jurídico y político, apoyado sin embargo por las instituciones de la comunidad judía”

Aquella acusación de traición a la patria fue demasiado para él, Timmerman murió el 30 de diciembre de 2018 y no llegó a conocer el documento de Cimadevilla, que la prensa canalla ocultó.

Nisman y Stiuso armaron una causa contra Irán con la colaboración de la CIA, el FBI y la Mossad, antes de tomar cualquier decisión, Nisman consultaba en la embajada de los Estados Unidos hasta el punto que a veces realizaban modificaciones en sus escritos jurídicos.

El Memorándum se  firmó el 27 de enero de 2013, era la posibilidad de destrabar la causa con la que la presidenta estaba muy comprometida, el presidente de la AMIA Guillermo Borger declaró: “sería una nueva luz de esperanza si se avanza para que los iraníes se presenten en la Justicia” Y el titular de la DAIA Aldo Donzis dijo “que estaba satisfecho por el discurso” y que estaba de acuerdo “que lo haya planteado con tanta energía, para resolver los atentados cometidos en Argentina”.

El 27 de febrero de 2013 el Memorándum fue debatido y aprobado por el Congreso en una discusión que duró más de 14 horas, pero no entró en vigencia porque el parlamento iraní nunca lo trató, es decir que Cristina fue acusada por Nisman por algo que nunca entró en vigencia.

La posición de la DAIA cambió ya que el gobierno israelí de Netanyahu y la derecha estadounidense se opusieron, en junio de 2014 Mauricio Macri viajó a Israel y se reunió con Netanyahu ambos criticaron en Memorándum con Irán y la política soberana en relación a los fondos buitres.  

La denuncia de Nisman contra el Memorándum quedó radicada en el juzgado de Daniel Rafecas que la rechazó con sólidos argumentos porque había sido aprobado por las dos cámaras, que el PE tenía facultad para firmarlo, porque no era verdad que favorecía a los iraníes quienes no aprobaron el acuerdo, que nunca entró en vigencia, que nunca sucedió que se levantaran las alertas rojas de los acusados, como tampoco que hubiera un intercambio de petróleo por granos, que juristas destacados como Zaffaroni, Arslanian, Maier, Gil Lavedra dijeron que era una cuestión política no judicial.

La denuncia original de Alberto Nisman, cuatro días antes de morir, fue calamitosa, al punto de que fue rechazada de entrada por tres jueces: María Servini de Cubría, Ariel Lijo y, en especial, Daniel Rafecas.

La Cámara de Apelaciones ratificó el fallo, pero con Macri en el gobierno la causa resucitó, el 29 de diciembre de 2016 la Sala I de la Cámara de Casación Penal ordenó que se vuelva a investigar, los jueces eran Mariano Borinsky, amigo de Macri, Gustavo Hornos, visitante habitual de Macri cuando era presidente y Ana María Figueroa, mientras que Rafecas, Freiler y Ballestero fueron apartados del caso.  

La Cámara de Casación sin embargo decidió reabrir la causa por el Memorándum y enviarla a juicio oral, de igual forma que lo hicieron con la causa Hotesur donde también había sido sobreseída.

Con respecto a la causa Vialidad por la cual fue condenada a 6 años de prisión y a inhabilitación para ocupar cargos políticos, vamos a ver las irregularidades de esta causa.

Pareciera que existe una legislación especial para Cristina que tiene que ser juzgada una y otra en la misma causa, hasta que se encuentre un juez macrista que esté dispuesto a condenarla aún sin pruebas.

Contemos como fue todo el proceso, que muestra el carácter persecutorio del mismo: en 2008 Carrió realizó la denuncia por la obra pública en Santa Cruz, el juez Ercolini en quien recayó la causa se declaró incompetente y giró la causa a la provincia, donde se investigó y Cristina resultó sobreseída, pero el concepto judicial de “cosa juzgada” que señala que una persona no puede ser enjuiciada dos veces por la misma causa, no parece tener validez cuando se trata de Cristina.

Así fue que cuando el macrismo llegó al gobierno y fue designado Javier Iguacel como interventor de Vialidad, este volvió a hacer la misma denuncia, recayó en el mismo juez Ercolini, pero que esta vez para mostrar su disposición para servir al macrismo, se declaró competente.

Todo esto fue motorizado por medios como Clarín que mencionaban cifras inexistentes y hechos que nunca habían ocurrido, mostrando un accionar conjunto entre el macrismo, sus medios y sus jueces.

Ercolini esta vez elevó la causa a juicio oral, una vez iniciado los mismos testigos presentados por la fiscalía hacen declaraciones que muestran la inocencia de los acusados y que nada de lo señalado por los medios macristas y los fiscales era cierto.

Todos los testigos presentados en la causa por los fiscales hacen agua no queda nada en pie, entonces deben meter por la ventana lo ocurrido en otro juicio que es el que se lleva contra López por revolear los bolsos en un convento, ahí aparecen 6 mensajes entre López y Baéz, aunque nada que implique a Cristina, pero lo que los fiscales ocultan es que hay cientos de mensajes entre López y los empresarios macristas como Nicolás Caputo, el hermano de la vida de Macri y otros vinculados a Macri.

La causa tiene las siguientes irregularidades, además de no contemplar el principio de cosa juzgada  existía una evidente amistad entre los jueces con los fiscales, y de ambos con el macrismo, porque ambos juegan al futbol, en la quinta de Macri, lo mismo ocurre con los camaristas la instancia superior que rechazó todos los reclamos de la defensa de Cristina, todos los testigos de los fiscales se derrumbaron o sea que fue acusada sin pruebas, y además se la acusa siendo presidenta por lo que ocurría en la provincia de Santa Cruz, y no haber controlado la aplicación del presupuesto, misión que según la Constitución tienen los jefes de gabinete y no el presidente, pero los jefes de gabinete no fueron acusados, lo que demuestra que la única intención era perseguir a Cristina

El 23 de septiembre de 2022 Cristina, en tanto abogada hizo el alegato en el juicio de Vialidad, también expuso su abogado Carlos Beraldi que dijo entre otras cosas: “Le rompieron las paredes de la casa buscando bóvedas, la hicieron viajar desde Santa Cruz a Buenos Aires a dejar huellas digitales bajo apercibimiento de ser detenida cuando el trámite podía hacerse allá. Se dieron el lujo hasta de secuestrarle el bastón presidencial” por el bastón de Cámpora que sus familiares le habían regalado a Néstor

Dijo también Beraldi: “la hipótesis de que en doce años no existió un gobierno autónomo en la provincia de Santa Cruz y que hubo una sumisión al poder central, que se extendía al Congreso, a los órganos de control e incluso al Poder Judicial, es insólita y de ciencia ficción” si así fuera “estaríamos en un grave problema que excede la competencia del Tribunal”

Durante 20 años Cristina había presentado las declaraciones de su patrimonio y de su familia sin objeciones, muchas de las denuncias realizadas se basan en bienes que estaba en sus declaraciones juradas que eran públicas, en cambio a Macri y otros de sus funcionarios se le encontraron bienes que no estaban declarados y en el exterior, pero con estos nunca ocurrió nada por el control que ejercían sobre la mafia judicial.

Jamás encontraron cuentas offshore de la familia Kirchner, pero si encontraron de Macri y su familia, amigos y socios en los Panamá Papers, que además aprovechó un decreto presidencial para trampear una ley del Congreso que le permitió blanquear al hermano del presidente unos 76 millones de pesos.

Hubo tres juicios por enriquecimiento ilícito contra Cristina uno se tramitó en el juzgado de Julian Ercolini en 2008 siendo sobreseída, otro en el juzgado de Norberto Oyarbide en donde se realizaron pericias con peritos de la Corte Suprema de la Nación y también fue sobreseída, el tercero en el juzgado de Canicoba Corral que concluyó en 2012 también sobreseída.

Placeholder image

El camarista Mariano Llorens es el arquero del equipo donde juega el fiscal Luciani en la quinta de Mauricio Macri

Tres casos con muchas coincidencias

Ahora veamos los factores comunes entre los tres casos todos ellos caracterizados por una notoria injusticia instrumentada por tribunales que se suponían tenían el objetivo contrario, que era hacer justicia.

La primera coincidencia es en la letra K, entre Josef K. y Cristina K., y es significativo porque la prensa oligárquica demonizó la letra, creando una nueva categoría para clasificar a los seres humanos nacidos en Argentina, es así que según esos medios había periodistas k, actores k, intelectuales k, definición que se aplicaba a todo aquel al que se pretendía despreciar, claro en el caso de aquellos que eran adversarios del kirchnerismo no se le aplicaba la letra correspondiente, por ejemplo Brandoni nunca fue señalado como actor R por radical o actor M por macrista, porque ser K era un demérito según esta prensa.

Kafka comienza diciendo El Proceso diciendo: “Alguien debió haber calumniado a Josef K., porque sin haber hecho nada malo, fue detenido una mañana”, con Cristina las calumnias de los medios pesaron muchos más que las pruebas y los testigos.

Como mostramos antes, el tío de Josef K. le advertía que si era condenado la ignominia iba a recaer en toda su familia, aquí los jueces argentinos decidieron incluir a Florencia en el hostigamiento judicial , a pesar que la hija de Cristina nunca ocupó un cargo político, porque uno de sus objetivos era lograr que la ex presidenta se rinda y deje la política, en tanto era un escollo para los planes de la clase dominante.

En cuanto a la comparación con Dreyfus, está muy claro que Dreyfus fue condenado injustamente por ser judío, mientras que Cristina lo fue por ser peronista, con el agravante de haber gobernado durante ocho años en favor del pueblo y no de la oligarquía rapaz, ésta nunca la perdonó que le redujera el pedazo de su torta ni aún cuando ese trozo sirviera para erradicar el hambre del país, cosa que estuvo muy cerca de lograrse durante su gobierno.

Pero hay mucho más en común, así como el ejército francés no podía permitir mostrar su error al condenar a Dreyfus, la mafia judicial enquistada por el macrismo debe mantener la ficción de ser un Poder Judicial independiente, porque reconocer alguno de sus graves errores podían significar el derrumbe de todo el aparato mafioso.

Por su parte la realidad de la justicia argentina ha superado en cuestiones absurdas a la gran imaginación de Franz Kafka cuando relata como funciona la justicia que condena a Josef K. tanto en lo que relata Kafka como en el juicio de vialidad contra Cristina la condena estaba escrita antes de comenzar el amañado juicio, y donde las pruebas ni los testigos tenían ninguna importancia.

Sólo influye en los juicios la relación con el juez, es así que durante el macrismo vimos a jueces visitando la Casa Rosada y la Quinta de Olivos al compás de como se realizaban las denuncias contra Cristina o algún otro ex funcionario de su gobierno, pero también las visitas a Olivos eran para jugar al tenis o al paddle con el presidente Macri.

Y también había visitas a la quinta de Macri de jueces y fiscales a jugar al futbol, los mismos jueces y fiscales que perseguían a Cristina y que garantizaban la impunidad del dueño de la quinta.

Tanto en la justicia de Kafka como en la que acusa a Cristina no existe la absolución real, si existe la absolución aparente, por la cual cuando Cristina es sobreseída en alguna causa aparece un juez macrista que la vuelve a abrir y así al infinito hasta que sea condenada, y aunque no sea condenada la idea de mantenerla abierta implica seguir calumniándola.

En tanto la figura de aplazamiento que definía Kafka se parece mucho a lo que ocurre cuando el acusado es un macrista, así es como la causa del Correo lleva más de 20 años, sin que un juez se atreva a condenar a Macri a pagar el cánon que debe al Estado por administrar el Correo.

Otra cuestión muy parecida a lo relatado por Kafka cuando Josef K. desconoce lo que ocurre en el proceso que lo acusa, mientras otras personas están más enteradas que él de cómo marcha el juicio, en la persecución a Cristina son los medios de comunicación con indudable vinculación con jueces y fiscales los que adelantan la condena a Cristina, uno de los adelantos más canallescos se produjo luego del atentado contra su vida cuando el diario Clarín tituló: “Cristina, entre l bala que no salió y el fallo que si saldrá”  anunciando como iban a fallar los jueces, había en el titular un dejo de tristeza de Clarín porque la bala no había salido, aunque estaban seguros que sus obedientes jueces la iban a condenar.

Volver a la Página Principal