El Forjista

Los triunfos de Evo, Dilma y Tabaré

Los triunfos electorales de Evo, Dilma y Tabaré marcan fuertemente, por si hiciera falta, la firme voluntad de los pueblos de América Latina para continuar por la senda soberana sin ningún tipo de tutelaje imperial.

Las tres elecciones también tienen el trascendental significado de rechazo a los planteos neoliberales y sus planes para perpetuar el hambre y la pobreza que tiene como único objetivo enriquecer a una minoría de poderosos mercaderes que sólo tienen en consideración sus propios intereses económicos.

El holgado y contundente triunfo de Evo Morales es el producto de haber guiado a su país hacia un sostenido crecimiento económico, logrando además la tan ansiada estabilidad política.

Evo Morales recuperó las riquezas de Bolivia para beneficio de su pueblo luego de una ruinosa política de privatizaciones que llevaron al país a una crisis muy grave.

Si bien ahora el presidente de Bolivia cuenta con una inmensa adhesión popular debió sortear varios intentos de golpes de estado promovidos por los tradicionales sectores privilegiados que pretender retornar a un pasado de padecimientos para quienes menos tienen.

Por su parte el triunfo de Dilma constituye una auténtica hazaña si se consideran las continuas y arteras acciones de difamación y desestabilización promovidas por los grandes medios de comunicación y un sector del empresariado.

Este continuo hostigamiento al gobierno popular de Dilma ha llegado al extremo de organizar movilizaciones contra el Mundial de futbol en el país más futbolero del mundo, sin duda estas marchas fueron alentadas indisimuladamente por la oposición y los medios con el objetivo de desprestigiar a la presidenta del Brasil.

Las encuestas realizadas antes de la elección que marcaban una segura derrota de Dilma ante una candidata que ni siquiera llegó a la segunda vuelta fue una mentira más de las campañas de calumnias contra el partido gobernante. Nuestra conocida IBOPE dio muestras de su escasa seriedad en las encuestas que maneja y su interés en intervenir en la política interna de los países.

Incluso la revista Veja llegó a anticipar su salida antes de la segunda vuelta para denunciar a Dilma y Lula con una descarada mentira con  la intencionalidad de influir en las elecciones a favor de la oposición.

Mientras tanto en el Uruguay el Frente Amplio obtuvo una victoria en la primera vuelva con el 47 % sacando una diferencia del 17 % sobre el candidato de la derecha, sólo la desesperación de los neoliberales para reconquistar el poder lo llevan a presentarse a una segunda vuelva cuando sería una vergüenza que no gobierne el partido que ha logrado una tan incuestionable victoria.

En Bolivia, Brasil y Uruguay los sectores populares fueron conscientes de lo que hubiese significado un triunfo de la oposición, principalmente porque los tres oficialismos han implementado medidas claramente orientadas a sacar de la pobreza y la indigencia a millones de personas, han llevado a cabo planes de gobierno con el objetivo de hacer respetar la dignidad nacional de sus respectivos países y han bregado por la integración de los países latinoamericanos.     

Mientras eso ocurre en esos países hermanos, políticos argentinos como Massa y Macri se reunieron con el reaccionario ex presidente colombiano Alvaro Uribe acusado reiteradamente se tener vinculaciones con las organizaciones terroristas de paramilitares y con el narcotráfico.

Sin duda ambos políticos se han convertido en fichas de la política de los intereses norteamericano en nuestro país, baste recordar sus vergonzosas apariciones en Wikileaks.

Los argentinos afrontaremos elecciones el próximo año, será fundamental reafirmar la voluntad de acompañar el camino hacia la integración por el que han votado estos pueblos hermanos y no permitir el regreso a los obscuros y trágicos años en que desde el propio gobierno se alentaban las relaciones carnales que tuvieron graves consecuencias para nuestro país.  

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