El Forjista

Biografía de Néstor Kirchner

Kirchner y el arte de lo imposible

Capítulo 31 - La militancia

Hizo de la militancia una forma de vida y encontró una compañera con similar pasión por la política, pero no de cualquier ideología sino de aquella que le permita mejorar la vida de sus compatriotas, la pareja además de una familia, construyó una sociedad política que se complementaba perfectamente y que les permitió a ambos asumir funciones con las mayores responsabilidades.

Precisamente fue esa concepción de la política la que lo hizo participar de cientos, o tal vez sea más acertado hablar de miles de actos a los concurría con un enorme entusiasmo, sin importar la cantidad de gente que estuviera dispuesta a escucharlo, además lo hizo cuando la mayoría de los argentinos desconfiaba de los políticos.

Reynaldo Sietecase un periodista al que no puede definirse como simpatizante del kirchnerismo señaló en uno de sus libros: “Néstor Kirchner era un militante full life. Puso el cuerpo hasta el final en defensa de sus convicciones. Con sus errores y aciertos, con sus más y sus menos, dejó una marca indeleble en la historia reciente de la Argentina. El 27 de octubre de 2010, cuando falleció, hasta sus más acérrimos adversarios le reconocieron tres aportes: la recuperación de la política como herramienta de transformación; la consolidación de la autoridad presidencial, perdida después de la debacle de la Alianza y la subordinación de la economía al poder político”.(1)

En tanto que el líder de la agrupación Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella explicó: “No es un dato menor decir que la Casa de Gobierno está manejada por la política y Néstor Kirchner recuperó el relato de la historia, porque también hay que ver desde dónde lo relatás y él lo construye desde los sectores populares. Reconstruye un hilo vinculado a la militancia y también vinculado al futuro. Él trae de nuevo la idea de que la política puede cambiar las cosas, cuando todos creían que había cosas que eran inamovibles. Con todos los claroscuros de cualquier proceso político. La política es conflicto. Hay intereses contrapuestos y sigue existiendo el nosotros y el ellos. Distribuir el conflicto. La negación del conflicto es de los que están en condiciones privilegiadas, los que no quieren que se les cuestione su lugar. Néstor evidenció los conflictos, los puso sobre la mesa” (2)

Ese entusiasmo contagioso, sumado a los actos de su gobierno y luego los emprendidos en las dos presidencias de Cristina, produjeron un vuelco a la militancia política de numerosos jóvenes, incluso de aquellos que en el 2001 habían gritado “Que se vayan todos”, una nueva generación vio en la política la forma para transformar la realidad, tan potente fue esa ola que hasta la derecha también recibió en sus filas contingentes de jóvenes dispuestos a entregar parte de su tiempo a la militancia.

Los grandes medios y la derecha salieron de manera desaforada a demonizar a esos jóvenes particularmente a aquellos que decidieron incorporarse al kirchnerismo a quienes presentaban como ambiciosos que sólo buscaban acercarse al calor del poder, calumniados esos jóvenes dieron un rotundo mentís cuando siguieron inundando las calles en el momento que el kirchnerismo regresó al llano y a las calles a hacer sentir su voz cuando sus dirigentes fueron perseguidos y la política solo benefició a un grupo minúsculo de privilegiados.

En un acto realizado en Parque Norte para un encuentro de la militancia, el 11 de marzo de 2004, recordando el triunfo electoral de Cámpora, mencionó que en aquella fecha de 1973 él había sido fiscal de mesa, y expresó: “No me quiero poner nostálgico porque es verdad que a uno le vibra el corazón y se le llenan los ojos de lágrimas cuando en ustedes ve tantos rostros que hoy no están, pero también creo que es fundamental construir una Patria con mucha identidad”

Y luego agregó: “Tenemos que volver a reconstruir el espacio de los militantes, de los cuadros, tenemos que volver a valorar la política y no queremos que se repita la mecánica casi empresaria de la política que tiende a acordarse de los amigos y de los compañeros para utilizarlos en cuestiones electorales”.

Para finalizar: “Ése es el paso cualitativo que hay que dar. No liderazgos individuales sino construcción colectiva, que va teniendo un liderazgo de acuerdo al momento histórico que nos toca vivir”.(3)

El 17 de noviembre de 2009 festejó el Día del Militante en José C. Paz, rememorando que él fue uno de los que intentó llegar hasta el Aeropuerto de Ezeiza para recibir al General Perón de regreso a su patria en 1972 y que la dictadura había recurrido a tanques y a guardias con bayonetas amenazantes para que los militantes no pudieran llegar hasta el aeropuerto.

En ese acto convocó a la militancia a no caer en la provocación mediática de aquellos que sólo les interesaba trabar la gestión del gobierno y expresó que “A cada golpe, a cada injusticia, a cada agravio le seguiremos colocando la otra mejilla”.

La Cámpora fue una de las consecuencias de ese fervor que Néstor Kirchner trasmitía en esos actos y en cada una de las acciones de su gobierno, su hijo mayor Máximo comenzó a trabajar en 2004 en el armado con un pequeño grupo de jóvenes que se reunían en Santa Cruz, tiempo después se dedicó a transformarlo en una agrupación nacional.

Las primeras reuniones de Buenos Aires se realizaron en la Casa de Santa Cruz, a Juan Cabandié lo conocieron cuando habló en la ESMA mientras que Eduardo “Wado” de Pedro militaba en HIJOS, agrupación de los hijos e hijas de desaparecidos que se dedicó a “escrachar” a los genocidas, hasta que concluyó la impunidad y comenzaron a ser enjuiciados.

Andrés Larroque militaba en la Corriente Martín Fierro que lideraba Quito Aragón, había participado en las protestas de diciembre de 2001 y fue testigo de la salvaje represión de ese día, de igual forma que De Pedro que resultó detenido en esas jornadas.

Mariano Recalde y Wado de Pedro formaban parte de la agrupación de Derecho NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas) conformada por independientes que el año 2002 realizó la proeza de ganarle a Franja Morada.

Iván Heyn, fallecido el 20 de diciembre de 2011, militaba en TNT “Tontos pero no tanto” en la Facultad de Económicas agrupación que dirigía Axel Kicillof.

La Cámpora reunió a jóvenes que tenían variadas procedencias, en septiembre de 2006 Kirchner convocó a distintas agrupaciones juveniles, les planteó la necesidad de un armado nacional.

El 16 de diciembre de 2006 hicieron un acto en el teatro ND Ateneo donde hablaron Andrés Larroque, Virginia García, Juan Cabandié, José Ottavis y Carlos Zannini. Virginia García militaba en Santa Cruz y José Ottavis en el Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, estaba vinculado al legendario dirigente peronista Dante Gullo.

Luego de dejar la presidencia se instaló en una oficina en Puerto Madero donde en febrero de 2008 convocó a varios dirigentes de las organizaciones juveniles que veían con simpatía lo que había realizado en su gobierno, en esa oportunidad les dijo: “Armen despacito, en los barrios, y en la universidad. Hay peleas para dar ahora y otras para dar dentro de dos años. Ahora armen”. (4)

Durante la gestión de Cristina Fernández varios de esos jóvenes fueron convocados al gobierno, Larroque se integró al gobierno como subsecretario de Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, dependiente de la Jefatura de Gabinete,  Mariano Recalde como presidente de Aerolíneas Argentinas, De Pedro ocupó la vicepresidencia de la línea aérea, Iván Heyn la presidencia de la corporación Puerto Madero y Mariana Grass fue designada subsecretaria del Consejo Nacional de las Mujeres, esta militante participó de las primeras reuniones en la Casa de Santa Cruz y posteriormente fue dirigente de la agrupación Kolina que lidera Alicia Kirchner.

La periodista Sandra Russo que escribió un libro sobre la agrupación señaló en ese trabajo: “La Cámpora es un síntoma, una herramienta, una construcción política al servicio de ese proyecto, que no nace de un acuerdo entre cúpulas partidarias sino de las bases de una sociedad que volvió a abrazar la política después del largo paréntesis de la antipolítica de los 90”. (5)

En 2008 también comienza a hacerse notoria la militancia en los colegios secundarios de la Ciudad Buenos Aires, el kirchnerismo tiene una participación menor que los sectores de izquierda, la consecuencia directa fue la toma de numerosos colegios, el ministro de Educación de la CABA, Mariano Narodowski, se negaba a recibirlos pero luego cambió de opinión y los convocó, a la primera reunión asistieron representantes de 20 colegios, a la segunda 33 y a la tercera 54, el kirchnerismo sólo conducía el Mariano Acosta, el mayor grado de movilización se produjo el 16 de septiembre de 2010 aniversario de la Noche de los Lápices con una marcha a Plaza de Mayo.

Los medios de comunicación la emprendieron contra los secundarios movilizados, en particular el periodista de derecha Eduardo Feinmann que agredía a los estudiantes, pero cuando se enfrentaba a discusiones directas con ellos terminaba haciendo papelones.

El mayor peso de La Cámpora se encuentra en los barrios y no tanto en las universidades, en los barrios realizan tareas solidarias, se juntaban los fines de semanas a reparar y pintar escuelas, o a ayudar a la población que sufría algún problema grave como fue la inundación en la ciudad de La Plata en 2013.

Por supuesto que en las elecciones los militantes dedicaban su tiempo a repartir propaganda como es habitual, pero cuando no existía esa actividad, la ayuda social era una de sus prioridades.

Los medios oligárquicos se dedicaron a calumniar a Máximo Kirchner al que presentaban como un vago que se dedicaba todo el día a jugar a la playstation, él y La Cámpora optaron por no contestar a las calumnias de los medios y ese fue un error.

Para el libro de Sandra Russo, Máximo Kirchner señaló: “Me daba bronca ver que en los sectores juveniles circulaba con tanta fuerza la idea de que el poder es malo por sí mismo. Era como renunciar por anticipado a que cambiara de manos.  Se les enseñaba a los chicos a mantenerse alejados de la política, pero no a todos. A los de los sectores populares y sectores medios. En los colegios caros, elitistas, mientras tanto, a otros pibes se los preparaba para asumir los roles del poder. Generaban tecnócratas con ideas fijas, tipo Harvard” (6)

Kirchner se convirtió en el primer militante de Cristina cuando dejó el gobierno, y aun cuando tenía problemas de salud después de dos intervenciones coronarias donde le aconsejaron disminuir su actividad no paró, hasta la última noche militó.

El 14 de septiembre de 2010 fue el acto en el Luna Park con la juventud, a Kirchner internaron el martes y el acto fue el jueves, los jóvenes querían suspender el acto, pero él les mandó a decir que no lo hicieran, no obstante, los jóvenes pensaban que no concurriría, pero ahí estuvo escuchando emocionado el discurso de la presidenta. 

El 27 de abril de 2012 se realizó un acto en el estadio de Vélez Sarfield, ahí Cristina dijo: “Hace unos días estaba en San Antonio de Areco, y se me acerca un gurrumín así – y señala con su brazo una estatura imaginaria por debajo de sus propios hombros -. No estaría más allá del primer o segundo año del secundario. Se me acercó y me entregó la bandera de la agrupación a la que pertenecía. Me dijo que era un militante. Y yo pensé, la pucha, si tuviera que elegir entre todas las cosas que les estuve diciendo desde que empecé a hablar, me quedo con ese pibe. Con la incorporación de miles de pibes a la política. Eso es lo mejor que hemos hecho, porque eso es sembrar futuro” (7)

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(1) Kamikazes. Los mejores peores años de la Argentina Reynaldo Sietecase. Aguilar. 2012. Pag. 313
(2) Néstor el presidente militante. Gabriel Pandolfo. Aguilar 2011. Pag. 285
(3) Quisiera que me recuerden. Néstor Kirchner Compilación Luz Laici. Editorial Planeta 2010 pags. 39 y 40
(4) Fuerza propia. La Cámpora por dentro. Sandra Russo. Debate. 2014. Pag. 110
(5) Idem Pags. 15 y 16
(6) Idem Pags. 38 y 39
(7) Idem Pag. 30

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