El Forjista

Cuando la creatividad venció a las corporaciones

 

Algo que parecía irrefutable era que para emprender una campaña electoral con alguna posibilidad de éxito era imprescindible contar con una cantidad de dinero impresionante independientemente del país en el que fueran las elecciones.

En el 2016 en la campaña electoral que llevó a Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos el ganador gastó unos 600 millones de dólares, en tanto que su competidora derrotada, Hillary Clinton gastó exactamente el doble unos 1.200 millones de dólares.

En tanto que en las elecciones presidenciales del 2015 que consagraron presidente a Macri, Cambiemos fue la agrupación que más gastó con 130 millones de pesos, mientras que el Frente para la Victoria que llevó a Daniel Scioli llegó a los 96 millones de pesos.

Otra creencia que se ha instalado en los últimos tiempos fue sobre la infalibilidad de herramientas como la Big Data, los trolls, los boots y el whatssap como últimos adelantos que utilizados en las elecciones pueden ser definitorios en el resultado.

Muchos de estas aplicaciones se han utilizado al margen de la ley como quedó comprobado con la empresa Cambridge Analytica, que también incursionó en la Argentina en 2015 para realizar una campaña antikirchnerista.

Cambridge robó información de los usuarios de Facebook para luego utilizarla enviando mensajes sectorizados de acuerdo a la ideología del receptor, de esta manera se actuó a favor de Trump en 2016 y en el plebiscito en Inglaterra por el Brexit.

Así fue como que las corporaciones fueron estableciendo una especie de receta electoral que aseguraba el triunfo de aquellos dispuestos a pagar por esos recursos, que muchas veces con malas artes, aseguraban un triunfo.

Pero el 11 de agosto de 2019 en la Argentina se produjo un hecho anómalo que provocó un vuelco fenomenal en muchas de las teorías que se vinieron cimentando en los últimos tiempos que por cierto a la gran prensa prefirió ocultar, precisamente por ser una de las derrotadas por ese huracán que con su potencia barrió noticias falsas y calumnias que buscaban sostener a los candidatos del privilegio.

Lo que ocurrió ese día fue que un economista y político llamado Axel barrió con la candidata de la oligarquía que contó desde el primer día con una protección mediática como muy pocas veces se vio, incluso de parte de algunos que se animaban a criticar al Macri pero que a Vidal la mantenían con una imagen inmaculada.

Kicillof subido a un Renault Clio recorrió la provincia entera, tarea que empezó al otro día que su partido perdiera la elección en 2015, yendo a lugares que se suponía le eran adversos por la influencia de las patronales del campo y sin embargo fue sumando voluntades y en las PASO obtuvo un impresionante 52 % en lo que puede señalarse como una de las mayores hazañas electorales de la historia.

También ocurrió algo singular a nivel nacional porque la fórmula ganadora llevó como vicepresidenta a quien viene siendo perseguida por el gobierno y su poder judicial adicto con denuncias armadas desde las corporaciones mediáticas que han mantenido una agresividad inusitada contra su persona mientras protege de manera escandalosa los desastres provocados por el gobierno de Cambiemos y oculta los latrocinios de sus funcionarios.

Resulta interesante resaltar la aparición de formas muy creativas y económicas que se han utilizado en la campaña de Alberto Fernández.

Una de esas formas consiste en la participación de actores que en los medios de transporte públicos simulan una conversación hablando en un tono elevado  para señalar los problemas que padecen muchas personas como los despidos, el aumento de los productos de primera necesidad y la reducción del consumo a la que se ven obligados los argentinos.

La otra idea ya existente en otros países, pero adaptada a las necesidades de la campaña es el llamado flashmob cuya traducción es “multitud relámpago” y que consiste en una acción organizada en la que participan un grupo de personas en un lugar público y que luego de realizarlo se dispersa.

Esa convocatoria se filma y se viraliza en las redes, ha tenido una gran repercusión la realizada en la Corrientes peatonal del centro de Buenos Aires, con cientos de personas bailando y cantando una cumbia que tiene por letra: “Macri ya fue, Vidal ya fue, si vos querés, Larreta también”.

Por supuesto que ningún método, caro o barato,  tiene sentido si se quiere desconocer la realidad que fue lo que hizo el gobierno de Macri cuando intentó ocultarla y distorsionarla pagando pautas millonarias a los grandes medios y deslizando sobres a los bolsillos de los mercenarios que hacen buenos negocios con el periodismo para que intentaran mostrar una situación floreciente y engañosa que contrastaba con la angustia por la que atraviesan millones de argentinos producto del hambre y la desocupación.

El 11 de agosto el pueblo argentino obtuvo una impresionante victoria que aún debe reafirmarse el 27 de octubre, pero sin duda el gran desafío comienza el 10 de diciembre porque la oligarquía cuando es derrotada se agazapa para dar otro zarpazo buscando desestabilizar al próximo gobierno popular del que esperamos actúe para erradicar para siempre al neoliberalismo de nuestra tierra.

 

Volver a la Página Principal