El Forjista

El PRO es el partido del odio

Hace unos días se realizó el segundo "ruidazo" contra los tarifazos del macrismo, que a diferencia de los "cacerolazos" organizados por el PRO, sus aliados y financiados por los Fondos Buitres contra el gobierno de Cristina Fernández, nadie deseó la muerte de un semejante.

Recordemos lo que eran habituales carteles de "muerte a la yegua" o aquella pantalla que pasearon por la zona del Obelisco que mostraban un dibujo donde miembros del gobierno kirchnerista aparecían colgando de una horca, este horroroso mensaje fue realizado por una organización que lidera el actual ministro provincial Cristian Ritondo.

El gran pensador humanista Erich Fromm decía que: "No hay distinción fundamental entre los hombres, psicológica y moralmente, que la que existe entre los que aman la muerte y los que aman la vida, entre los necrófilos y los biófilos".

Sin lugar a dudas el PRO es un partido necrófilo, porque la necrofilia está indisolublemente vinculada al odio, que es un componente imprescindible para que la derecha vernácula y sus socios políticos y mediáticos llegaran al gobierno en una de las mayores estafas electorales, sólo equiparable a la del menemismo que reconoció impunemente haber mentido al electorado.

La carrera política de Macri está contaminada de acciones ilegales para desprestigiar y difamar a sus adversarios políticos mediante campañas sucias orquestadas por su asesor Durán Barba, como fue la que se realizó contra el padre de Daniel Filmus, la misma fue denunciada pero la corporación judicial dejó prescribir a pesar de las pruebas que se habían acumulado luego de allanar las oficinas del asesor macrista.

También fue ilegal el espionaje del macrismo contra miembros indeseados de la familia del actual presidente, familiares de las víctimas de la AMIA y dirigentes políticos, en esta causa sí hay implicados personajes muy cercanos a Macri, pero en cambio él fue sobreseído por el pusilánime Poder Judicial ni bien asumió la presidencia.

Recientemente se conoció ampliamente el manejo que el PRO hace de los denominados trolls para calumniar y desprestigiar a quienes no piensan como ellos, esto llegó a conocimiento del público recién cuando los mercenarios del macrismo se lanzaron como jauría hambrienta contra el empresario Marcelo Tinelli, pero desde hace varios años que vienen actuando destilando odio y difamaciones por doquier.

Para desgracia del país ahora esos calumniadores profesionales son financiados con dinero estatal bajo la forma de manejo de las redes sociales eufemismo para que el macrismo siga manejando esta forma de hostigamiento contra quienes se les oponen.

En marzo de este año, la agrupación Nuevo Encuentro inauguró un nuevo local en el barrio de Villa Crespo desde uno de los edificios se realizaron disparos que hirieron a dos militantes, una de ellas tenía un bebe en sus brazos, Patricia Bullrich y las policías demoraron la identificación del agresor, hasta el punto que pudo salir del país, cuando se lo identificó ya se encontraba en los Estados Unidos y se supo que era simpatizante y aportante del PRO, el mismo fue detenido varios meses después cuando regresó al país.

Otro caso de agresión macrista fue el escrache realizado por militantes de ese partido contra Martín Sabatella cuando estaba por abordar un avión en Santiago del Estero, si bien los medios no informaron es muy probable que los escraches realizados contra Zannini y Anibal Fernández también hayan sido organizados por personajes de esa ideología revanchista y consumidores de los medios de comunicación hegemónicos.

Pero tal vez el caso de mayor violencia haya sido la detención ilegal del Milagro Sala perpetrada por el dictador jujeño Gerardo Morales, uno de los aliados preferidos del PRO, el presidente ya visitó la provincia varias veces para llevar su apoyo al gobernador, que además cuenta con un vicegobernador massista, agrupación colaboracionista con el gobierno neoliberal.

Pocas veces se ha visto un caso de semejante odio y revanchismo como el desplegado por Morales contra Milagro Sala, el dictador jujeño, primero ocupó el Poder Judicial provincial con parientes y correligionarios para después dedicarse a perseguir a los opositores a su gobierno, escalada infame que cuenta con el apoyo del macrismo y el massismo.

Los insultos del Macri contra Hebe de Bonafini y los organismos de derechos humanos son una muestra de la mentalidad retrógrada y violenta de quienes han asaltado el Estado Nacional para saquearlo en beneficio de una oligarquía rapaz y sus socios extranjeros, además muestra el parentesco ideológico de los funcionarios del PRO con los colaboradores civiles de la dictadura.

Como antes lo hicieron en la ciudad persiguiendo indigentes y reprimiendo en el Hospital Borda, desde que llegó al gobierno nacional el macrismo ha apelado a la represión para acallar las voces de protesta, lo hizo en Cresta Roja, también en Mar del Plata y en el Puente Pueyrredón agrediendo a jubilados, demostrando que la represión está ineludiblemente vinculadas a las políticas de ajuste.

Pero quienes dirigen la batuta en la campaña de odio son los medios de comunicación dominantes, socios comerciales del macrismo, que se han lanzado a la tarea de ocultar la realidad, para lo cual están realizando una alocada campaña tendiente a desviar la atención hacia otro sitio, tal como hicieron durante la dictadura cívico-militar con la que ellos colaboraron haciendo suculentos negociados.

No hace falta ser un psicólogo para darse cuenta que la prédica cargada de violencia de Clarín y La Nación, y otros medios al servicio de los poderosos, enferman las mentes de mucha gente que luego sale a la calle a agredir y tienen comportamientos absolutamente desquiciados.

Basta leer los artículos en esos diarios o ver unos minutos el canal de noticia del grupo Clarín para darse cuenta que su ideología no sólo es reaccionaria sino que promueve la violencia.

Tenemos un claro ejemplo en la actividad desplegada por uno de los barras bravas de Magnetto, nos referimos a Jorge Lanata, que ha convertido el dedo mayor de la mano levantado, en su símbolo de guerra, lo cual muestra dos cosas, por un lado su mentalidad colonial y por otro, la carga de odio de su mensaje.

Lanata fue quién llamó a sus oyentes a escrachar a un juez en la escuela de sus hijos, logrando que algunos energúmenos lo hicieran, pero no es el único, otros mercenarios al servicio de los poderosos diariamente atacan a quienes no están dispuestos a aceptar silenciosamente que la política se subordine a los negocios de las corporaciones.

Sorprendentemente ese operador de la oligarquía nos habló, en su infinita ignorancia, de la grieta como una novedad, sin darse cuenta que desde que los realistas decidieron ejecutar salvajemente a Tupac Amarú y su familia, la grieta existió sobre esta tierra americana, la diferencia es que las corporaciones y sus mercenarios, se hubieran puesto al servicio de los españoles y hubiesen aplaudido la ejecución de quienes se rebelaron.

Nada bueno para el país puede generar estas acciones de los profetas del odio que nos gobiernan y sus aliados mediáticos, el mensaje violento que baja desde el poder está acompañado por políticas de hambre, desocupación y represión.

Sólo el pueblo movilizado puede poner un dique de contención a tanta soberbia oligárquica, ya comenzó a visualizarse una creciente resistencia, a pesar que muchos dirigentes "opositores" no se encuentran a la altura de los acontecimientos pues han optado por colaborar en la aplicación de las políticas neoliberales del oficialismo. El tiempo y el pueblo se encargarán de ubicar a esos dirigentes en el lugar que se merecen.

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