El Forjista

Biografía de Juan Domingo Perón

Capítulo 67 - El enfrentamiento con la juventud

El 1° de mayo se realizó en la Plaza de Mayo el tradicional festejo por el Día del Trabajador, una fecha muy vinculada con los sentimientos peronistas, desde días antes los sectores de la Tendencia Revolucionaria de la Juventud Peronista vinculada a Montoneros comenzaron a pintar en las paredes la consigna “¿Qué pasa General que está lleno de gorilas el gobierno popular?” en un claro cuestionamiento a la política desarrollada por Perón.

También ese sector de la Juventud emite una solicitada donde realiza una serie de cuestionamientos a la política del gobierno, critica el Pacto Social y a la representación empresaria nucleada en la CGE, a quienes sindica como principales beneficiarios de ese acuerdo, además vuelve a caracterizar a la dirigencia sindical como una burocracia convertida en agente del imperialismo.

Los organizadores del acto hicieron un llamamiento a no llevar banderas identificatorias de las agrupaciones, sólo estaban permitidas las banderas argentinas.

Por la mañana Perón abre las sesiones ordinarias en el Congreso con una pieza oratoria notable: “Las masas del Tercer Mundo se han puesto de pie y las naciones y los pueblos, hasta ahora postergados, pasan a un primer plano…Nuestra tarea es la liberación, en lo político, en lo económico y en lo socio cultural… La lucha por la liberación es también por los recursos y la preservación ecológica. Los pueblos del Tercer Mundo albergan las grandes reservas de materias primas, particularmente las agotables. Pasó la época que podían tomarse por la fuerza, con el argumento de la lucha política entre países o entre ideologías…Como Presidente de los argentinos propondré un Modelo a la consideración del país… El Modelo Argentino precisa la naturaleza de la democracia a la cual aspiramos, concibiendo a nuestra Argentina como una democracia plena de justicia social…” (1)

El acto previsto en la Plaza de Mayo se inició alrededor de las 15 horas con un festival artístico conducido por Antonio Carrizo, una de las consignas entonadas por el JP de las Regionales fue “No queremos carnaval, Asamblea Popular”, cuando Isabel coronó a la Reina del Trabajo desde estos sectores se inició una silbatina y se lanzó el cantico “No rompan más las bolas, Evita hay una sola”.

El mismo Roberto Perdía dirigente de Montoneros reconoció tiempo después que ese día se lanzaron todo tipo de improperios y agravios contra la esposa de Perón. 

Los grupos vinculados a la Tendencia ingresaron a la Plaza sin banderas identificatorias, pero ni bien llegaron comenzaron a desplegarlas, cuando Perón comenzó con su discurso los jóvenes arreciaron con sus cánticos en uno de ellos se reclamaba la cabeza de los comisarios Villar y Margaride para continuar después con el “¡Que pasa general que está lleno de gorilas el gobierno popular?”.

Perón visiblemente molesto elogió a los sindicalistas “pese a esos estúpidos que gritan”, y agregó “y hoy resulta que algunos imberbes, pretenden tener más méritos que los que lucharon durante veinte años…”. Desde un grupo de la Tendencia se gritó “Rucci traidor, saludos a Vandor”.

Al rato, cuando aún Perón estaba hablando, los jóvenes comienzan a abandonar la Plaza produciéndose algunos enfrentamientos con sectores sindicales que por suerte no pasan a mayores.

Luego del acto Jorge Antonio habló por teléfono con Perón al cual notó seriamente preocupado y señala que posiblemente haya sido uno de los días más tristes para Perón.

Algo que muchas veces se pasa por alto es que hubo un grupo que se escindió de la Tendencia para conformar la que se conoció como JP Lealtad, que concurrió separadamente y escuchó todo el discurso de Perón.

Joseph Page en su intento de continua difamación lanza la teoría muy utilizada por sectores antiperonistas en el sentido que Perón utilizó a la juventud para luego desplazarla ni bien le dejó de convenir su cercanía.

Perón se limitó a aceptar el apoyo que le brindaron los grupos vinculados a la guerrilla como Montoneros o las FAP, y después las FAR, de ninguna manera los obligó a hacer nada que no quisieran hacer, la cúpula de Montoneros actuó con una soberbia que los llevó a realizar actos que fueron muchos más allá de simples errores y por otra parte entraron en una competencia por el liderazgo con el mismísimo Perón y con sindicalistas que más allá de su burocratización en algunos casos pusieron el cuerpo en los difíciles años de la Resistencia Peronista.

A pesar de los cuestionamientos de un sector de la juventud, el gobierno continuaba con la clara línea nacional y popular, que se evidenciaba en las medidas económicas que incluyeron un significativo aumento de las jubilaciones y sueldos y en una política exterior identificaba con las banderas tradicionales del justicialismo libre de cualquier tutelaje exterior.

En contraste con esa situación se incrementaron de manera notable los atentados promovidos por sectores de ultraderecha enquistados en el seno del peronismo, la JP denuncia el secuestro y tortura de tres de sus dirigentes Luisa Irma Galli, Eusebio Mestre, hermano de un militantes asesinado en la dictadura y Alberto Campos uno de los sobrevivientes de la masacre de Trelew, en la localidad de Monte Grande es asesinada María Liliana Ivanoff de 20 años, mientras que los Montoneros denuncian la clausura de su periódico El descamisado y que se libró una orden de captura contra Envar El Kadri reconocido militante peronista fundador de las Fuerzas Armadas Peronistas.

Los grupos armados también continúan con su accionar, el ERP 22 de agosto asesinaba al ex juez del fuero antisubversivo Jorge Vicente Quiroga, mientras que el ERP cobra un rescate de 14 millones de dólares para liberar a Víctor Samuelson ejecutivo de la empresa Standard Oil.

En el Congreso aquel primero de mayo Perón hizo mención a un Modelo Argentino para el Proyecto Nacional que se dio a conocer después de su muerte, en ese documento planteaba la necesidad de consolidar una sociedad libre de cualquier injerencia extranjera cuyo destino estuviera asociado a la Unidad de América Latina, se abordaba una temática a la que pocos se le animaban como era el cuidado de los recursos naturales y el peligro de la contaminación ambiental.

Un capítulo esencial se refiere al peligro de la penetración cultural como elemento de dominación de los imperios y que resultaba una barrera para la consolidación de una cultura nacional y dejaba asentado que los medios de comunicación eran utilizados como factores de vasallaje.

También abordaba la función de la Universidad que debía dejar de darle la espalda a la comunidad para convertirse en una herramienta al servicio de la reconstrucción y la liberación nacional.

El 11 de mayo de 1974 es asesinado el padre Carlos Mugica a la salida de la Iglesia San Francisco Solano en el barrio porteño de Floresta, el asesino fue Rodolfo Almirón que estaba acompañado por Juan Ramón Morales y Edwin Duncan Farkuharson, los tres ex policías que habían sido reincorporados por López Rega para cumplir funciones en el Ministerio de Bienestar Social, este posiblemente haya sido el primer atentado consumado por la Alianza Anticomunista Argentina conocida como la Triple A.

Mugica había tenido enfrentamientos con López Rega y por eso había renunciado al cargo de asesor ad honorem en el Ministerio de Bienestar Social, también mantenía discrepancias con Montoneros, cuestionando varias de las decisiones. En el medio de la confusión que había en el seno del peronismo que derivó en trágicos enfrentamientos la postura de Carlos Mugica por esos días fue una de las más coherentes, planteando el apoyo al gobierno popular de Perón sin por eso dejar de denunciar las acciones de los grupos reaccionarios internos y externos al peronismo.

Unos días después el Movimiento Nacional pierde otro de sus hombres fundamentales, el 25 de mayo moría Arturo Jauretche, de un ataque cardíaco, el día anterior había almorzado con unos amigos con los que defendió el rumbo que estaba siguiendo el gobierno sin por eso dejar de reconocer que había errores que era necesario corregir.

En junio se produce uno de los sucesos más incompresibles de su presidencia, a pesar de las recomendaciones médicas en el sentido de no someter al anciano líder a una actividad intensa ni a largos viajes, López Rega convence a Perón de viajar a Paraguay, se traslada por avión hasta Formosa y viaja en barco hasta Asunción donde se realiza una larga ceremonia que trascurre bajo una intensa lluvia y con una temperatura de 8 grados.

El General se muestra visiblemente emocionado porque la cañonera Humaitá, la misma en la que estuvo luego del golpe de Estado que lo derrocó, dispara una salva de 21 cañonazos, las muestras de cariño del pueblo paraguayo son interminables, realiza un breve discurso y recibe una condecoración, también pasa revista al Ejército paraguayo que lo había designado general honorario.

Al retornar a la Argentina el 7 de junio Taiana lo nota pálido y con ojeras, Cossio le comenta a su colega “Conducen al General a las puertas de la muerte”, el médico Raúl Matera señaló que en ese momento el presidente estaba afectado por un estado gripal con complicación cardio- vascular.

De regreso del Paraguay se reunió con Balbín en la Casa Rosada mostrando signos de agotamiento y le señaló a su visitante que era consciente que le quedaba poco tiempo de vida

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(1) Norberto Galasso, Perón. Exilio , resistencia, retorno y muerte. Tomo II Colihue 2011 Pag. 1305

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